sábado, 16 de marzo de 2013

El Cacique

Hace mucho tiempo, en una tribu india, habia un cacique que era muy respetado por todos por su sabiduria y buenos consejos. El cacique tenia una hija a la que adoraba que se llamaba Amapola. Ella era una indiecita muy linda y por tanto tenia muchos enamorados, pero el corazon de la joven le pertenecia solo a uno: Austin. Austin era el guerrero mas valiente de la tribu y la joven indiecita vivia enamorada de el. Una tarde, por fin Austin se le declaro y Amapola fue la mujer mas feliz de la tierra. Desde ese dia se hicieron inseparables, todo el tiempo juntos recorrian los prados. Al lado de Austin, la indiecita se sentia la mas dichosa de las mujeres y no concebia su vida lejos de su amado. Por fin, un dia Austin decidio ir ante el cacique para pedirle la mano de su hija.
-Pero cual es el apuro por casarse?- le pregunto el cacique.
-Lo que pasa es que nos amamos mucho y queremos vivir juntos toda la vida- agrego Austin.
-Si padre- afirmo la joven- Austin y yo nos amamos y no queremos separarnos jamas, por eso pedimos que nos cases.
El cacique se quedo pensativo ante las palabras de su hija y luego dijo.
-Esta bien, mas antes de casarlos necesito que pasen una prueba, necesito que vayan al bosque y tu Austin quiero que cazes el halcon mas fiero que encuentres, y tu hija mia quiero que traigas el aguila mas veloz y fiera que haya. Traigan esas aves ante mi precencia manana antes que el sol se ponga, si es asi los casare.
Austin y Amapola aceptaron y salieron en busca de lo que el cacique habia pedido. Al amanecer del dia siguiente, llegaron ante el cacique y toda la tribu con las aves. El cacique miro las aves y sonrio, luego le pidio a los jovenes que ataras las patas de las aves con un cordon dorado. Los jovenes, sin aun saber por que, ataron a las aves por las patas con el cordon. Luego el cacique ordeno que las dejaran en el suelo para que las aves trataran de volar. Obviamente las aves hicieron un gran esfuerzo pero no podian volar porque estaban atadas por las paticas. Primero trataron de intentarlo abriendo sus alas, pero al ver que no lo conseguian, comenzaron a picotearse entre si, a dar aletazos y a revolcarse en el piso con desesperacion. Despues de una pelea entre ambas, el cacique las desato y ambas volaron rapidamente hacia el cielo azul. Los enamorados no entendian el por que el cacique habia echo eso. Pero este mirandoles a los ojos les sonrio.
-Espero que hayan presenciado una gran leccion, al igual que paso con estas aves tambien pasa con los seres humanos. Hijos mios, casense si lo desean, mas mi consejo es que nunca se aten entre si, lo mas preciado en las relaciones es la libertad, amense mucho mas cada cual permita que el otro vuele con sus propias alas, o de lo contrario, terminaran como estas pobres aves, que por estar atadas terminaron por lastimarse mutuamente.
El amor es un sentimiento muy puro y cuando realmente amamos a alguien debemos dejar a esa persona libre, para que vuele por sus propias alas, teniendo siempre la seguridad de que si esta persona os ama, tarde o temprano volara hacia nosotros.

No hay comentarios:

Publicar un comentario